Si alguna vez has dicho «hace calor afuera», «no me va bien el calor» o «el sol realmente me quitó toda la energía hoy», no estás solo. Éstas son excusas que escuché con demasiada frecuencia durante el verano. Si bien estas excusas son comunes, es cierto que si no se aborda la presencia de altas temperaturas y sol, realmente pueden ser una pérdida de energía.
PASO 1: BEBER AGUA
Seamos realistas, la gente suda más durante el verano y pierde calor corporal más rápidamente que en otras épocas del año. Cuando sudamos, perdemos agua y cuando perdemos agua, nos deshidratamos. La deshidratación, a su vez, puede hacernos sentir letárgicos, irritables, hambrientos y cansados, todo al mismo tiempo. Como entrenador personal, recomiendo un al menos 64 onzas de agua por día para una persona promedio (en un día normal). Si afuera hace 90 grados y planea hacer ejercicio ese día, es mejor aumentar sus onzas a 100 o más.
Consejo profesional:
Beba una botella grande de agua de 32 oz. durante el día. Puede ayudarle a mantenerse hidratado y darle energía durante los entrenamientos.
PASO 2: ELIGE EL HORA PARA TU TRABAJO
Intente entrenar temprano en la mañana o tarde en la noche, cuando las temperaturas son más frescas. Correr por la mañana puede brindarte el oxígeno y el aire fresco que necesitas para comenzar el día. Una sesión de entrenamiento de fuerza por la noche puede reducir el estrés de la jornada laboral y darle a su cuerpo un empujón extra para conciliar el sueño (y dormir bien) temprano en la noche.
Consejo profesional:
Si no puedes hacer ejercicio durante las horas más frescas del día, asegúrate de recordar el paso 1 y beber mucha agua. durante tu entrenamiento.
. Variabilidad en el Entrenamiento
- Cambia tu Rutina: Incorpora ejercicios al aire libre, como correr, nadar o hacer senderismo. Cambiar el entorno puede hacer que el entrenamiento sea más divertido.
- Entrenamientos Cortos e Intensos: Considera realizar entrenamientos de alta intensidad de corta duración (HIIT) que pueden ser más efectivos en menos tiempo y no requieren tanto tiempo bajo el sol.
4. Vístete Apropiadamente
- Ropa Ligera y Transpirable: Usa ropa adecuada que te ayude a mantenerte fresco y a regular la temperatura corporal.
- Protección Solar: Aplica protector solar en áreas expuestas y considera usar un sombrero o gafas de sol para protegerte del sol.
5. Establece Metas Realistas
- Objetivos a Corto Plazo: Establece metas pequeñas y alcanzables que te mantengan motivado durante el verano. Esto puede incluir aumentar el número de repeticiones, correr distancias más largas o mejorar tus tiempos.
- Sé Flexible: Si te tomas días libres, no te castigues. Es importante escuchar a tu cuerpo y adaptar tu rutina según sea necesario.
6. Encuentra un Compañero de Entrenamiento
- Motivación Compartida: Entrenar con un amigo o familiar puede aumentar tu motivación y hacer que el ejercicio sea más divertido.
- Clases Grupales: Considera unirte a clases de entrenamiento en grupo, como yoga, pilates o entrenamiento funcional, que pueden ser una excelente manera de mantener la actividad física.
7. Monitorea tu Progreso
- Registra tus Entrenamientos: Lleva un diario de tus sesiones de entrenamiento, lo que te permitirá ver tu progreso y ajustar tus rutinas según sea necesario.
- Usa Aplicaciones de Fitness: Hay muchas aplicaciones disponibles que pueden ayudarte a seguir tus entrenamientos, monitorizar tu hidratación y establecer metas.
Conclusión
Mantener tus entrenamientos de verano requiere un poco de planificación y adaptabilidad, pero es totalmente factible. Al hacer ajustes a tu horario, mantenerte hidratado y cambiar tus rutinas, puedes seguir avanzando hacia tus objetivos de fitness mientras disfrutas de la temporada. Recuerda que la clave es ser flexible y escuchar a tu cuerpo, así como encontrar formas divertidas de mantenerte activo. ¡Aprovecha el verano y sigue entrenando!